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Aroma: en primer lugar tenemos el golpe ahumado de turba, aunque llama la atención que no se identifique rápidamente con Ardbeg. En este caso, el ahumado de turba es algo más terroso. Le acompañan aromas de miel y cacao junto a peras maduras.
Un toque especiado de pimienta negra. Intensas notas herbáceas, dónde destacan anís e hinojo.
Paladar: más potente en boca de lo que la nariz indica. Intensas notas de chocolate y malta, acompañadas de turba y carne a la parrilla.
Destacan las notas herbáceas y salinas, que se equilibran bien con las notas más frutales. Toques de anís y eucalipto que se mezclan con pera, limón y plátano a la parrilla.
Acabado: medio-largo, con notas de chocolate negro, caramelo y sal.
En marzo de 2020, la destilería de Islay anunciaba la incorporación de un nuevo whisky a su gama básica. Se trata de Ardbeg Wee Beastie, una expresión de cinco años.
Ardbeg Wee Beastie es la expresión más joven de la destilería hasta la fecha. Y, según la marca, es también la expresión más ahumada y la más cruda.
Este es un movimiento muy atrevido por parte de la destilería de Islay. Con la actual oleada de NAS, atreverse a lanzar un whisky con un «5 años» en la etiqueta es valiente. Pero también es señal de lo que podemos esperar cuando Ardbeg acabe la ampliación de la destilería.
El nuevo single malt de Ardbeg ha envejecido en una mezcla de barricas exbourbon de roble americano y barricas de oloroso de jerez. Como es habitual en Ardbeg, no se ha filtrado en frío.
