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Aroma: un whisky ahumado, pero con ligereza. La turba le concede un fuerte perfume floral. También posee notas cítricas, con matices de café y mucho perfume a malta.
Paladar: posee un cuerpo medio. Para los que no estén acostumbrados, quizás le sorprenda su sabor a ceniza, a tierra. Sin embargo, es un whisky que pide permiso y al que uno quiere invitar a pasar. Al principio es suave pero luego se torna algo seco. El humo deja paso de una manera casi perfecta, muy equilibrada, al albaricoque y la miel. También podremos notar notas florales. También pudimos notar sabores como brezos y roble.
Acabado: largo pero suave. Pronto el humo deja paso a sabores como las nueces; nos pareció encontrar también sabores marinos, lo que es lógico teniendo en cuenta que la destilería Bowmore esta a escasos metros del mar.
Bowmore 12 Años es un whisky complejo pero perfectamente equilibrado, que refleja la esencia pura de Bowmore: las fuertes olas, los paisajes azotados por el viento y las generaciones llenas de tradición. Bowmore 12 Años ha recibido muy buenas críticas.
La destilería Bowmore se alza a las orillas del lago Indaal, un lago que se abre hacia el Océano Atlántico. Su proximidad con el mar juega un papel importantísimo a la hora de moldear el carácter final de los whiskies, los cuales respiran el aire del mar salado mientras maduran. Esta destilería puede presumir de ser la primera de las ocho destilerías de Islay que produjo Single Malt, desde 1779. De hecho, es reconocida internacionalmente por producir algunos de los whiskies más finos y equilibrados.Para su elaboración se utiliza el agua más pura del río Laggan, cebada malteada que ha sido ligeramente ahumada en su horno calentado a turba, las mejores barricas de roble, el medio ambiente de Islay y un equipo dedicado de artesanos que juntos crean el equilibrio perfecto.